La mamá de José Tiberio
Por Juan Virgilio Gamas Rueda
Su hija Esther y José Tiberio
ignoran la vida que lleva su madre, pues con el pretexto de que está trabajando
para la hacienda de don Justo Fernández, llega a deshoras de la noche casi
todos los días y fines de semana. La joven se enamora de un rufián llamado
Antonio quien le revela que su madre es una mala mujer, hábil para traicionar
(cuando has visto que una hija hable mal de su madre). Esther se fuga con él a
la ciudad de Albuquerque Nuevo México. Para salvar a su hija de la influencia
de Antonio que es cocainómano y ludópata, Lilia que tiene conocimientos de
química, lo mata envenenándolo con cianuro y como la conciencia no la deja
vivir en paz, se entrega a la Justicia. Este evento tormentoso hace que piensen
que está completamente loca, pues no hay pruebas que demuestren que ella lo
hizo, únicamente existe su aislado testimonio.
La vida de José Tiberio da un
vuelco, cuando le informan unos amigos de su padre, que tiene un hermano gemelo
al cual no conocía. Un modesto pescador adopta una nueva personalidad para
vengarse de la muerte de su tío, hermano de su padre, pues después de ese
suceso llevó al infortunio económico a toda la familia.
Juan Crisóstomo, el hijo robado y
perdido durante dos décadas es el hermano gemelo de José Tiberio.
Independientemente de los problemas que tuvieron en el pasado sus padres, la
añeja historia familiar no deja vivir tranquilo a José Tiberio, y a la vez del
mismo modo a Juan Crisóstomo que se lo cuentan todo.
José Tiberio cuando era niño fue el
testigo ocular de la muerte de su tío a manos de un asesino a sueldo, pero como
fue arrollado también en aquella fatídica motocicleta, no recuerda bien el
rostro del autor material, por ese motivo la policía de aquel entonces declaro
que el deceso fue por un accidente lo que provocó el desnucamiento. En la
década de los sesenta el ADN no estaba tan avanzado en el medio forense.
La vida de Tiberio y Esther, la de
sus tíos, primos a estado llena de sabotajes, divorcios, desempleo, fracasos,
enfermedades, desprecios, desilusión, pérdidas. Siempre de más a menos. Una
mano oscura toca sus destinos. De queridos en exceso, pasaron a ser queridos a
medias. De ser la familia intelectual y rica, pasaron a ser las parientes
pobres analfabetas. Años de ser el hazme reír del pueblo. En todo este drama,
hay un personaje clave para resolver el acertijo político, la nueva mujer de su
padre. Mirna, ella descifrará y desenmascara a los culpables de la desgracia
familiar. ¿Quiénes son y porqué lo hacen? ¿Serán extranjeros oh ciudadanos
nacionales?, Oh continuará siendo una infiltrada más, para que la maldición continúe
para toda la eternidad.
Pero no todo es pasado ni
infortunios. Actualmente el temperamento, la disciplina, la inteligencia, el
legado de sus antepasados, la actitud y el orgullo de salir adelante han hecho
de José Tiberio un hombre sumamente optimista obsesivo. La riqueza no está en
los recursos naturales, sino en la educación.
“Un sitio en la cumbre”, regalo valioso que le hizo de adolescente su
madre Lilia, fue el libro que marcó la vida de José Tiberio para siempre, fue
la gasolina, la energía que lo rescato de la depresión que te acarrean los
problemas que nos da la vida. José Tiberio se ha burlado de la muerte como 20
veces. La frase: el hijo que ayuda a sus padres, Dios lo bendice. Lo entendió
muy bien. Aprendió a perdonar, pues siempre estuvo cerca de la palabra de Dios.
Hoy día se la pasa escribiendo, leyendo, disfrutando de su jaibol de whisky, en
la tranquilidad de su alejada hacienda.
