Seguir politizando el tema de la CFE acarreará por antonomasia el mismo resultado abstracto, trunco y torcido de siempre
Por muy optimistas que se muestren los dirigentes de los partidos
políticos en Tabasco y sus respectivos paleros, en torno a la patraña de la
tarifa preferencial y del borrón y cuenta nueva. Por muchas fotos que se tomen los
presidentes de los partidos, departiendo el pan y la sal metafórica, no la sal literal,
a mi parecer y por la reacción de la gente en las redes sociales, esto tal
parece, se percibe, ya no mal, sino como dijéramos en su mayoría los
tabasqueños, aunque se endiablen los letrados, pinta más peor.
Primero.- Porque al
seguir politizando el tema de la deuda que tenemos en Tabasco con la Comisión Federal,
y la supuesta tarifa preferencial, y el supuesto “adiós a tu deuda”, seguimos
haciendo oficial no solo el pendejismo, la ausencia de talento y pantalones del
gobernador Adán Augusto López Hernández para con su patrón Andrés Manuel, sino
también la mentira de que sigue siendo el talentoso Manuel Bartlett Díaz director
de la CFE el que se niega a acatar lo prometido.
Segundo.- Si hay
que destrabar el asunto de la CFE es meramente de lo político, que al final ha
sido el causante del daño y del estancamiento. Por ese camino no se ha
encontrado ni soluciones, ni avances. Es más, ese argumento falaz que el
problema ha sido político y será la política que lo deberá destrabar, es
redundante y cierto, y también tendencioso, pues el ejercicio del poder y lo
que el mismo ejercicio conlleva es en su totalidad un acto político.
Pero más allá de la verborrea que acompaña este problema con
la CFE, es demasiado notorio y lamentable
que los dirigentes estatales de los más connotados institutos políticos del
estado, se presten a hacer el caldo gordo, o para que se entienda, respalden y fortalezcan,
en cierto grado, a quienes hoy día viven la peor debacle popular en muchos años
en el estado, y dentro, también, fuera de su partido, como es el caso de Cesar
Burelo en MORENA y del gobernador Adán Augusto en Tabasco.
Tercero.- A estas
alturas, el PRI, el PVEM, el PRD, deberían ser algo más que una triste comparsa
del absurdo, y ser más congruentes, pues si tuvieran sus sentidos conectados
con el pueblo, verían que la madurez que ellos presumen, no ha coincidido con
el sentir de la ciudadanía, ya que se les logra notar que su festín es deseo, es atracción, es esa avidez de estar bajo la sombra y el
calorcito del poder.
Cuarto.- Si en
verdad buscan entrarle al tema de la CFE, hay que encarar al presidente de la república,
no desviar la atención con Bartlett, hay que pedirle al gobernador carácter y
amor a Tabasco, exigirle coherencia y dignidad, a su vez, y de pasada, habría
que pedir, incluso, que de una buena vez por todas que a Pepe Toño, encargado
de esa negociación en particular, le quiten de donde está, pues no sirvió más
que para llevarnos al matadero. Pero eso
de jugar como los muchachitos a tomarse el té, o el cafecito con quienes son
parte del mal y de la transa, es servir de paleros y alcahuete de un gobierno
que no pide ayuda para desatorar el problemita de la Comisión Federal, sino
para limpiar un poco la imagen deteriorada que en pocos años se ha ganado por
su pésima actuación.
Quinto.- Es pues
que los tabasqueños siguen esperando se atiendan los rubros pendientes, como
por ejemplo señores dirigentes estatales: feminicidios en Tabasco, la
delincuencia, la ausencia de trabajo, la debacle empresarial, la corrupción, el
reemplacamiento y todos esos compromisos que Andrés, Adán, y sus alcaldes se
comprometieron realizar.
Hace poco el ala rota del PRI se sentó con César Burelo, ¿y
de qué sirvieron esas agachadillas al pueblo? Les sirvió a ellos, les dio
reflectores y no sabemos que otras canonjías. Pero a los que estamos acá abajo
toreando al monstruo de la precariedad, de la miseria, del olvido, no ayudó en
nada. Entonces creo es hora de mostrar algo más que empatía con la gente, esa gente
que no vive del recurso que mandan de manera mensual a los partido, esa gente que
no tiene empresas de construcción, que
tampoco tiene un apellido de renombre, ni posee las influencias que los
pequeños círculos de afortunados tiene.
Sexto.- Sentencio…
que esas tertulias, o aquelarres políticos no darán resultado alguno, pues su
verdadera intención es empanizar el problema, y dárselo a comer, como un
manjar, a la gente, sólo que esta vez abalado por quienes deberían ser una
verdadera y real oposición, más que unos sacrosantos oportunistas y paleros,
por no decir otra cosa. AUNQUE NO SÉ SI VOY BIEN O ME REGRESO.