UNA PIÑATA LLAMADA EVARISTO
Estimado y aguantador lector. No vaya
usted a creer que ya me llegaron al precio, pues no es así, me pongo el parche
antes del golpe, pero he de destacar que en estos tiempos convulsos, hay que
tratar de ser un tanto desconfiados de las ofensivas mediáticas y políticas que
tienen como afán el desprestigio e
incluso el socavar unas futuras pretensiones rumbo a esos comicios intermedios e incluso hacia dentro de 6 años.
Y aunque es muy prematuro el
aventurarse a ese futuro incierto, la verdad es que para algunos, dentro del gabinete de
Adán Augusto, es de primordial importancia empezar a eliminar posibles
adversarios del camino.
Uno de esos adversarios, que
traen como piñata de párvulo es Evaristo Hernández Cruz, el alcalde del
municipio de Centro, ese que fue de los primeros en dar el salto a Morena, muy
a pesar de las rechiflas y mentadas de uno que otro periolisto moralista, que
del día a la mañana se volvieron oficiales y santos defensores de este nuevo régimen,
y ni qué decir, de esos políticos que no le bajaban de traidor y que al final
fueron arrastrados por la marea intestinal, a ese partido tan buena onda, por
no decir promiscuo.
A lo que voy, es que, sin vergüenza
alguna, todo el aparato del estado, intenta bajar de su posible nube al alcalde
de Centro, y el bullying viene de diferentes frentes, como si hubiese existido
una reunión secreta entre la banda, para romperle toda su mandarina en gajos a
Evaristo Hernández. Es un compló diría en sus mejores años de campaña Obrador.
Por eso, no es de extrañarse, que
incluso algunos vean una división entre el alcalde de Centro y el gobernador
Adán, pues este último no hace nada para calmar los ánimos, se hace de la vista
gorda, como dando a entender que cada quien se rasque con sus propias uñas, que
al final así deberá ser.
Es pues que la “tanganiza” o la
guadaña en contra de Eva, va sin filtros. Y los que ganan ahí son aquellos que
una vez buscaron la gubernatura y no la obtuvieron, también quienes no encuentran
como caerle bien a Adán, o a ciertos grupos al interior de MORENA. Esa misma
coyuntura la aprovechan muy bien los medios, como el propio Tabasco Hoy, quien casi en desgracia, endeudado, busca frenar su caída, tratando de exhibir
lo bueno, y más, lo malo de los alcaldes, en especial al alcalde del Centro.
Ahora, más allá de los supuestos,
o de los rumores, de que Evaristo, no quiere darle jugada a los empresarios que
vienen etiquetados luego de su triunfo en el municipio de Centro, se deja ver
que lo que vive en estos momentos, es una llamada de atención para lo que está
por venir, en un partido morenista repleto de intereses que tratan de escalar
peldaños, y que están dispuestos, incluso, a meterlo al bote en tres años, con
tal de conseguir lo que buscan, y quizá hasta que pague los posibles platos rotos en Tabasco.
Evaristo Hernández, tiene delante
de él un reto más, que a lo mejor puede ser un poco benévolo, siempre y cuando
decline a seguir consolidando una estructura rumbo al siguiente año electoral,
y quizá rumbo a ese arduo camino que se ha puesto como meta, y es el llegar a la
gubernatura.
En MORENA los tiempos electorales
se han adelantado, y Adán Augusto, no es quien controla dicha efervescencia, no
es el líder que calma y da jalones a los adelantados, hay alguien más arriba de
él, que si lo comparamos al juego de cartas "españolas", (sí españolas de España tío) llamada la burra o el
burro o como se diga, dicho tahúr de la nación, se encuentra encartado y en el
buen sentido de la palabra, sigue robando.
Evaristo no es un político
suicida, sabe lo que tiene enfrente y quiénes son sus verdugos. No es la
primera vez, que buscan arrinconarlo y ponerlo entre la espada y la pared. Sabe
que no puede saltar de charco en charco, que debe remar contracorriente de
manera astuta, pues el camino se lo conoce de memoria.
¿Cuál debe ser su siguiente paso?
Cumplirle a la gente, trabajar y convencer con el trabajo, sin descuidar la
retaguardia, pues falta mucho tiempo por delante y suele pasar, que a la meta
no llega el caballo de la delantera, sino el menos pensado. Y ahí por lo menos
la lleva de ganar EVA, jiar, jiar, jiar hasta me río con mi boca. Seguiremos
informando. Aunque no sé si voy bien o me regreso.