Retos del Próximo Gobernador y de Comunicación Social en Tiempos de Austeridad


Sigue siendo un desafío tremendo el tema de los medios y periodistas en Tabasco, máxime para ciertos gobiernos izquierdistas, con sentimientos, argucias, y razonamientos derechistas.



A mi parecer, tienen un enfoque erróneo de la realidad en cuanto al tema de los medios y “periolistos”, por eso la solución que ofrece el gobernador electo, próximo a entrar en funciones, al igual como sucedió con sus antecesores, puede quedar a medias tintas.


No quiero con esto, que se crea que lo que aquí expondré es una crítica feroz o sin razón en contra del próximo gobierno, ni tampoco un dechado de erudición, nada de eso. Pero veo pertinente la ocasión, para tratar de buscar respuestas, y encaminarnos al debate que nos invita la postura que asumirá, en tiempo de austeridad y en cuanto a los periodistas, medios y conexos, el próximo gobierno en turno.


Es pues que mi único propósito es el poner a nivel campesino, un granito de arena para tratar de encontrar mejores caminos, mejores maneras para que se realice un trabajo mucho mejor, para bien de todas las partes, en ese territorio hostil que llaman Comunicación Social y Relaciones Públicas del Gobierno del Estado de Tabasco, donde debe plantearse el inicio de una excelente estrategia que beneficie la democracia, al pueblo y que fortalezca la imagen de la nueva autoridad.


No hablo de coartar el oficio, sino de que se le dé el trato, el respaldo y respeto que merecen los representantes de la libertad de expresión; para tal efecto debe dignificarse la profesión de la mano de las mismas autoridades, y no caer en ese vicio de privilegiar y enriquecer a los empresarios de los medios de información de siempre, para al final del sexenio, estar en el mismo error de no poder solventar tan elevados despilfarros.


Ojo, tampoco se trata de estandarizar a todos por igual, entiéndase que sería un error garrafal, pues en ese sentido en particular, hay de informadores a informadores, de trayectoria a trayectoria y de impactos a impactos.


Por lo mismo debe tenerse, muy bien trazado, un proyecto de Comunicación Social, por principio para saber trabajar con los medios, reporteros, columnistas, etcétera, pues ellos son el canal por donde viaja el mensaje que deberá dársele al pueblo, también por donde el mismo pueblo tiende a expresarse. Sin soslayar que ya existen otros canales, que no suplen al periodismo, que son una herramienta del mismo, y que han ganado un espacio en el espectro social, permitiendo al ciudadano ser parte integral del llamado proceso de la comunicación.


Ahora ¿Qué se gana con un proyecto de Comunicación Social viable y bien planteado? Se ahorran recursos económicos, existe un mejor entendimiento con los medios y periodistas y se tiene mejor informado al pueblo, pues existe un objetivo en común, que es: informar bien a los ciudadanos. Beneficiando con esto, la democracia, la transición y al mismo gobernador.


Pero si se piensa seguir con los viejos vicios, si ésta coordinación de Com. Soc. Se sigue viendo como una dependencia de financiamiento más del gobierno, veremos acontecer, lo que ya es muy común entre la clase gobernante, la fuga de información, el borregazo, la intriga, el golpeteo amigo, la desinformación, y demás canalladas. Un desgaste que expone y hace ver vulnerable al gobernador en turno y que nace en el mismo nicho del poder, pues son sus cercanos, sus propios directores y aliados, que por instinto o naturaleza política, a la hora de la hora, subsidian a aquellos medios, o periodistas, que sirven a sus intereses políticos y de grupo, que suelen estar más allá del propio pueblo y de la propia autoridad.


Por lo mismo, cada vez que hay cambio de poder, se ve venir la embarcación del nuevo gobierno, con una gaviotada escandalosa que aletea, y lanza ensordecedores graznidos, en busca de algún premio, de alguna recompensa, o en su caso, de que el capitán de la nave, les lance algún pececillo, ya sea por costumbre, por miedo, tedio, o por nobleza.


Es pues, que cada gobierno que se avecina, trae nuevas gaviotas, nuevos pasquines y talacheros de la pluma, y extiende una lista infinita de medios y periodistas, que serán tomados en cuenta en la nómina del gobierno, acrecentando con ello el gasto, y solapando a aquellos, que viendo la oportunidad se hacen pasar por periodistas para cobrar de manera cómoda un oneroso recurso.  


No intento meterme donde no me llaman, pero hay gobiernos que a pesar de que disponen con altos recursos económicos a la Coordinación de Comunicación Social, no ven resultados, no llegan a la ciudadanía, no logran permear en el pueblo; la  información se pierde, se esfuma, por consiguiente pasan desapercibidos 3, 4, 6 años. Dicho problema con regularidad, está en ellos mismos, pues no pudieron adecuar un proyecto viable en una coordinación tan importante, más en estos tiempos de avances tecnológicos y de redes sociales.


Por ello, más allá de quitar las áreas de comunicación social de todas las dependencias, cosa que sin decirlo, intentó llevar a efecto Don Arturo Núñez, creo debe existir un proyecto adecuado a los tiempos que le tocará vivir a la administración que está en camino.


¡No hay dinero que alcance en Comunicación Social…! Afirma uno que otro político, y también uno que otro coordinador o servidor público. Y es cierto, sexenio tras sexenio, crece más el número de medios y de reporteros, y periodistas, que quieren estar en la lista del gobierno. Pero también es cierto que la mayoría son personas o periolistos de sexenio, también es cierto que se premia la lealtad y no la pluralidad, también es cierto que se privilegia al amigo, al compadre, y no siempre el trabajo, la trayectoria, la constancia, la calidad…


Cuando llegó Arturo Núñez Jiménez al gobierno tabasqueño, se manejaba que no iban a existir privilegios para aquellos empresarios del periodismo, e incluso también para ciertos periodistas, utilizó, como hoy lo hace Adán Augusto, la palabra austeridad, e incluso manifestó que iban a cambiar las cosas, y por más que en apariencia se opuso resistencia, a los pocos meses, tuvieron que volver las buenas relaciones, y las viejas prácticas. ¿Por qué? Porque no tuvieron un proyecto viable en este rubro.


No está usted para saberlo, ni yo para que se lo cuente, más, en este sexenio, hubo menos medios de comunicación (impresos), pero abundaron más los columnistas, el fenómeno fue claro. El gobierno se tardó en entrarle de lleno al tema con los periodistas y empresarios del mismo, y por lógica los grupos al interior se hicieron de dichos recursos, y auspiciaron el género de opinión, de la columna, la cual ya ni imprimían, pues las repartían por wathsapp o por las redes sociales, y así con ese canal perfecto y tradicional, viajaba el posible rumor, el dato demoledor, o se marcaba el rumbo pertinente.


No me extenderé más, sólo debo decir que si debemos hablar de austeridad, debemos plantearla de manera inteligente, pues la Coordinación de Comunicación Social del Gobierno del Estado sigue supeditada a transitar de manera opaca, entre malos resultados, y una efectividad nula, provocando con ello el surgimiento de una prensa creada por los intereses del sistema.


El gobierno, a través de Com. Soc. y Rel. Pub. No ha sido capaz de diseñar y poner en acción una verdadera política de Comunicación Social, por lo mismo no hay rumbo, por lo mismo existe un gasto excesivo, por lo mismo no hay resultados, por eso sigue existiendo un vacío informativo en cuanto al trabajo de los gobernantes; se perdió, y en otros casos se desprestigió el medio.


Ojalá el próximo gobierno profundice y haga lo necesario en este rubro, del cual depende en gran medida el éxito de un gobierno, que aparenta ser de izquierda. Seguiremos informando. Aunque no sé si voy bien o me regreso.

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