LLEGÓ JESÚS ALAMILLA AL OSFE... Y TIEMBLAN EN LOS AYUNTAMIENTOS DE TABASCO ¿O NO?
La llegada del licenciado Jesús Alamilla Padrón como el nuevo fiscal especial del Órgano Superior de Fiscalización (OSFE) del Congreso del Estado se da en cumplimiento de aquella promesa que le hiciera Adán Augusto López Gobernador de Tabasco, de tenerlo unos meses, que parecían años en la Dirección de Control y Evaluación de la Junta de Coordinación Política en la Cámara de Diputados. Y aunque todo hacía indicar que la promesa no se iba a cumplir, de manera repentina Elia Magdalena de la Cruz León, por motivos personales, tuvo que renunciar a dicha fiscalía especial y de bote pronto subieron a Chucho Alamilla, quien fue recibido, por la mayoría de los diputados con beneplácito y buena vibra, pues Jesús tiene una vasta experiencia administrativa, es un hombre que ha salido avante en las misiones imposibles que le ha deparado el sistema político-económico en Tabasco, además, nadie puede negarlo, es de esos chingones que a la hora de contar el dinero no necesita glicerina, ni empaparse los dedos de saliva, es diestro en esos menesteres sin omitir que como político es de los pasivos, de los que buscan ser de una pieza, leales, que no gustan meterse en conflictos, polémicas absurdas o en su caso en protagonismos infructuosos.
Es pues que la llegada del afamado Jesús Alamilla Padrón, se da en buen momento, justo cuando tienen en frente la calificación de cuentas públicas del 2019, y justo cuando todos los maleantes y pesimistas que consigo arrastra el poder, profesaban pasarían sin problema alguno, pues no habían conocido gobierno alguno que se metiera el pie solito. Pero según auguran los morenistas en el congreso del estado, incluso los incómodos priistas, y perredistas, Jesús Alamilla Padrón, viene a darle credibilidad a la cosa, y además viene a demostrar lo que él mismo dijo de manera tajante y desafiante a la vez: “Hoy en día que se levantan voces inquietas que pretenden dar un tinte político a esta labor técnica, no hay tal cosa. El órgano no es de colores, aquí cada quien tiene que asumir su responsabilidad como servidores públicos en el desempeño de sus funciones”, y sentenció: “Buscar la contabilidad no tiene partido, 2 más 2 es igual a 4, no hay otra forma si es verde o rojo”.
Como esos Leones encabronados, territoriales y valientes, no como esos domesticados que rugen cuando tienen la cámara enfrente, se vio el licenciado en administraciones pública por el Tecnológico de Monterrey Jesús Alamilla Padrón, ese a quien según sus malquerientes Andrés Manuel señalaba como delincuente electoral en 1995, ese mismo que más de una vez ha mostrado ser un hombre de principios institucionales, ese que había quedado en la colita del poder, y que hoy podemos decir en la Perla de la Chontalpa, tiene casi el mismo nivel que el otro comalcalquense Manuel Sebastián Graniel Burelo, mejor conocido como Grabur, dos políticos que la travesía política, el meneo del ajedrez del poder los tiene bien fortalecidos en este nuevo régimen, que de nuevo, he de confesar aquí entre nos, no tiene nada.
En fin que el licenciado Jesús Alamilla tiene ante sí su primer reto y son las cuentas públicas del año pasado, ahí demostrará de qué está hecho, si es cierto eso de que Morena no es más de lo mismo, aunque pareciera ser peor, y que su llegada a la cartera que hoy ocupa, ha sido en beneficio del pueblo y no del mismo gobierno y sus militantes en el juego del poder.
Por lo pronto nos unimos a la algarabía y buena onda que se ha generalizado en el congreso del estado, pues Chucho Alamilla es una promesa cumplida por parte del gobernador, que puede incluso dar para otras encomiendas, pero no adelantemos las cosas, primero lo primero… Aunque no sé si voy bien o me regreso.
