PRONTA RESPUESTA DEL ABOGADO DAVID MÉNDEZ DE LA CRUZ


Mírelo usted con sus propios ojos, sigue David Méndez de la Cruz, abogado de profesión, con maestría y doctorado en cuestiones penales, de gira en las comunidades más apartadas del municipio de la Perla de la Chontalpa.

Necio, arrecho e intrépido, bien podría estar comiendo de esos pescados que atrapa en alta mar, allá en el golfo de México. Bien podría estar en la bohemia a la que invita la tarde en esta aguantadora Perla de la Chontalpa, pero no, es terco, se le ha dicho una y mil veces, desde que inició hace ya 2 años, y no ha hecho caso,  prefiere estar sumergido en las comunidades, entre el mosquital y el acechante covid19 que anda acechante en un Comalcalco echado a la suerte.

 


Podríamos decir que junto al embajador de la salud en Comalcalco, el otro Méndez, ese que jura nunca vio en su vida un hombre tan bondadoso y con tanta suerte como su proyecto a la alcaldía David. Juntos cual Don Quijote y Sancho Panza, se pierden al interior de la comarca, se internan como esos primeros evangelizadores de estas tierras, sin saber qué les deparará el camino, pero con la palabra y Dios por delante.

 

Inseparables, se han sabido acoplar uno al otro y el otro al uno, Julio y David, David y Julio, y aunque ambos son Méndez, ellos mismos aseguran que gracias a Dios ni son primos cercanos, ni lejanos, y aunque portan el mismo fierro de su ganadería, aseguran entre carcajadas, que uno es criollón y que el otro es chino, de esos come “guampiros”.


Por lo pronto, y no es mentira, son los únicos que andan regalando cubre boca, gel sanitizante, almohadillas sanitizantes, y además que fumigan las iglesias y casas y lo que se les atraviese en favor de la ciudadanía.

 


Ni el gobierno estatal, ni el federal, mucho menos el ayuntamiento de Comalcalco han dado la cara en este sentido, prefieren hacerse de la vista gorda, ignorar a la ciudadanía y esperar que un milagro pase, eso sí, cuando la misma gente les espete a la cara que nunca les vieron en tiempos de pandemia, merecido se lo van a tener pues el rechazo del pueblo ellos mismos se lo habrán ganado por anaguaos, miedosos y zacatones.

 

En fin que ahí sigue el abogado David Méndez de la Cruz, ha bajado de peso dicen, pero no sabemos a ciencia cierta cuanto, pero se le ve más pescuezudo, más ágil, más ligero. “Es el único valiente”, dicen sus fans, “que se atreve a sumergirse en esas enredaderas que asemejan las desiertas carreteras al interior del municipio”. “Quien lo iba a imaginar, lo que ayer parecía una locura, un suicidio electoral, político hoy es un acierto” dicen los convencidos.

 

Dos años lleva David caminando y dando apoyos y nadie lo puede negar. Y se mira con energía, determinado y constante. Ni lo pararán, dicen quienes lo conocen. Ese es mero arrecho, cuando se le mete algo a la cabeza ni quien se la saque, llega a las últimas consecuencias y así está, fincado a que pase.

 

Mientras otros que igual aspiran, empiezan a levantar el vuelo, empiezan a papalotear sin inmiscuirse de lleno, cuidan su billetito, buscan meterse pero no mucho, y para qué más que la verdad, según vemos, han llegado tarde, y esta vez no es como en antaño, que valía más tarde pero seguro. Ahora sí como dice el dicho al que madruga Dios lo ayuda.

 


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