CRÓNICA DE LA COMPARECENCIA DE MARIO LLERGO TITULAR DE LA SECRETARÍA DE BIENESTAR EN EL CONGRESO
Volvió Mario Llergo Latournerie al
Congreso del Estado de Tabasco. Llegó temprano, diez minutos antes de las diez
de la mañana, y se dio tiempo de saludar al público asistente. Entró como
cualquier campesino, como cualquier mortal, sin hacer aspavientos, sin ese
porte militar que asoman quienes tienen un cargo de nivel en el gobierno. El ir
de mano en mano, de brazo en brazo, no le permitía pavoneo alguno, así llegó a
las primeras filas, donde continuaron las fotos, las felicitaciones y los
reconocimientos.
Vestía casual, o por lo menos así
se observaba a la distancia, lucía una guayabera blanca, manga larga, y como de
costumbre, los mismos anteojos de siempre, graduados justo a la medida para
sobre llevar su miopía; prendas que al igual que ese anillo de oro, que porta
con orgullo en el dedo anular de la mano izquierda, simbolizando que es un
hombre domesticado, forman parte de su uniforme de batalla, como también lo es
su reloj negro, esta vez más grande de lo que acostumbra. El pantalón suele variar, a veces utiliza de
mezclilla, a veces azul marino, negro, o en todo caso, este, que hoy modela, en
color caqui.
Su corte de pelo, es el mismito que
ha usado desde que dio sus primeros pasos en el PRI, es decir, toda su
cabellera echada para atrás, anti natura quizá, porque se ve, es una melena que
fue indomable, salvaje, y hoy es sumisa por el cepillado constante. Aunque por
momentos, el flequillo que no termina por doblegarse en su totalidad, se vea
esponjado, e incluso rebelde, buscando acomodarse bajo su propia lógica, ya sea
partiéndose en dos, o en su caso dejándose caer con total soltura, sobre la
frente del que ayer fuera priista, del que ayer fue diputado independiente, y
del que terminó siendo el dolor de cabeza del gobierno Nuñista, y que esta vez
ostenta la titularidad de la secretaria de Bienestar, sustentabilidad y cambio climático
en Tabasco.
Nada pareciera ha cambiado en Mario
Llergo, ese al que aplaudieron cuando vieron entrar al recinto legislativo, ese
que se ve custodiado por sus escuderos, los comalcalquenses Manuel Sebastián
Graniel Burelo, segundo al mando en la secretaría de Bienestar, y por Gary
Leonardo Arjona Rodríguez, subsecretario de sustentabilidad y cambio climático.
Siete minutos han pasado, y se ve
entrar a Marcos Rosendo Medina Filigrana el secretario de gobierno en Tabasco, o
lo que empieza a quedar de él, pues ya se ve algo viejo, demacrado y a punto de
la calvicie, quizá las malas noches, quizá no es feliz, quizá, tres puntos
suspensivos.
Luego hace su aparición José
Antonio de la Vega Asmitia Secretario
para el Desarrollo Energético en el Estado, camina rápido, no se detiene, saluda
y sigue, y mientras Marquitos Rosendo habla banalidades con la Reyna de la
JUCOPO Betty Milland, Pepe Toño logra llegar a las primeras filas, sonriente,
delgado, esbelto, ya no con esa pancita que asomaba en el pasado sexenio, ya no
con esa cara llena de muecas que traía, ahora es notorio que se cuida, quizá se
volvió vegano, pues piensa perpetuarse en el poder otros seis, doce, o
veinticuatro años más y para eso necesita salud, vida, y la mera verdad, si
Dios no decide otra cosa, lo logrará, pues se ve rozagante, y júrelo usted, que
si el abogado sigue así, creo le alcanzará mínimo para unos treinta años de
confort y buena fortuna entre las enaguas del poder.
Fue así, como antes de las diez
de la mañana con diez minutos, empezaron a llegar los diputados locales, como
artistas de cine, envueltos en fragancias diversas, relucientes, vestidos a la
moda, y con esas sonrisas que tienen los billetudos, o las elites privilegiadas
en el país. Mientras la gente, quienes pertenecemos a la chusma expectante,
admirados hablábamos en voz alzada: ¡Mira allá está el diputado Nicolás! ¡Mira
pues a Betita! ¡Qué coqueta se ve Katia! ¡Ya viste que se ve más joven Silva
que Rosendo! ¿Cuánto costarán esos pendientes que trae la diputada María Esther?
¡Mira esas secretarias que van y vienen!
Pronto pasaron la lista de
asistentes, diagnosticaron que había quorum y mandaron por Mario Llergo, quien
tomó protesta de decir verdad y juró decir la verdad y nada más que la verdad,
aunque a nadie le guste que les digan sus verdades, en fin que todos, la
mayoría puedo decir, le creímos, el resto, los incrédulos, o llevaban otros
datos, o traían una verdad diferente, pues con aquello que la verdad es
relativa, podríamos insinuar, que más bien afirmar, que todo es según el color
del cristal con que se mira. Pero los asistentes, fieles y sabiendo a lo que íbamos,
no por tontos, no por ingenuos, sino por curiosos, seguimos el juego y sin
decirlo, sin firmarlo, sin siquiera pactarlo con anticipación, aceptamos que el
discurso que venía, el cual por sí mismo era oficial, era una de verdad
absoluta, eso sí, acompañada de su respectivo guiño de ojo.
Entonces, antes de
dar su informe, de manera respetuosa como el caballero que es Mario Llergo pasó
curul por curul saludando a los diputados, quienes le arroparon más unos que
otros, pero que le recibieron con el respeto y el protocolo que ameritaba el
momento.
¿Quiénes le saludaron mejor?
Indudablemente los priistas, luego, podemos decir, fueron los morenistas, pero
en realidad quienes le palmearon con mayor fraternidad la espalda, o le
apretaron con coqueteo la mano, al momento del saludo, fueron los del PRI, sus
viejos conocidos y una vez aliados.
Con prontitud subió unos cuantos
escalones y ya en el atril agradeció a los asistentes, a los diputados, al
gobernador, a las autoridades en el recinto, y empezó a dar los pormenores de lo que se ha realizado en esa Secretaria
del Bienestar. Punto por punto nos fue encampanando, y obedientes fuimos sumergiéndonos
en esos números, que por principio nos preocuparon, como por ejemplo el alza de
la pobreza en el estado, precisamente durante el sexenio de Núñez, quien al
término de su administración en el 2018 la población estatal en condición de
pobreza fue de 1 millón 300 mil 200 personas, es decir, más de la mitad de los
habitantes tabasqueños.
Dijo que se trata de personas que
enfrentan una o más carencias en las dimensiones de ingreso, salud, seguridad
social, educación, vivienda, servicios básicos y alimentación; "esferas del
quehacer público que atendemos dependencias de la Federación, Estado y
Municipios, con la concurrencia de organizaciones nacionales e internacionales,
sociedad organizada y empresarios que muestran un genuino sentido de
responsabilidad social". Explicó Llergo.
Pero no todo está perdido, pues
según el titular del Bienestar y sustentabilidad y cambio climático, manifestó
como esos doctores que tienen el medicamento al malestar, o a la enfermedad,
que la infraestructura estatal, va dirigido a los 17 municipios de Tabasco, y
que son más del 58%, lo que representa 112 millones de pesos y van orientados a esos municipios con más alta pobreza.
De la misma manera informó que Tabasco
cuenta con 14 áreas naturales protegidas, que habrá un plan de rescate de la
Laguna de las Ilusiones, que el pasado 23 de noviembre se publicó ya el
Reglamento en el Diario Oficial de Tabasco, para prohibir el uso de plásticos y
de unicel.
En fin que tontitos, tontitos, derrochando tiempo, llegamos a las
preguntas por parte de los diputados locales, y fue en este punto, donde ya el desánimo
se hizo patente, pues el adormecimiento de algunos era notorio, ya Llergo Latournerie
no era el mismo, pausaba mucho sus respuestas, quizá cansado, quizá se le
bajaron los niveles de azúcar, quizá fueron las preguntas de bajo tono de los
legisladores. Lo cierto es que el hambre, el sueño, el vaivén de las palabras
invitaban a pensar en cosas diferentes a lo que acontecía en ese instante.
Algo preguntaba Fulanito, algo balbuceó
el diputado Zutanito, Perenganito ni hacer una pregunta pudo… y mientras la
bendita cámara del congreso iba y venía, como esas hamacas que van de un lado a
otro, adormeciendo a la gente, Marcos Rosendo cabizbajo, se entretenía con su
celular Iphone, no sé qué número, pero de que era un celular para servidores
públicos fifí lo era. Pues cada vez que la cámara hacía una toma al rostro de
Mario Llergo, o de algún diputado, y regresaba a la tribuna, o realizaba algún
paneo en las gradas, se notaba que el secretario de gobierno, estaba entretenido
en su dispositivo móvil, a lo mejor navegando en twitter, en Facebook, en
wathsapp, o en su caso estaba viendo alguna serie de Netflix.
Y es que en esas nuevas pantallas
que adquirió el congreso para el informe del gobernador, las cosas se ven
diferentes y requeté claritas, incluso, cabe mencionar, son muy pertinentes para
estos momentos en los cuales se busca impactar o deslumbrar a los asistentes,
pues la mera verdad, hacen ver la realidad con más color, con más nitidez y con
más detalle, tanto que hasta bonitas se veían las personas, y uno que otro
diputado y diputada hasta se observaba decente, e incluso daban la seña de ser buenas personas, por eso la
mayoría de los adormilados espectadores, en vez de ver el show en vivo, optamos
por verlo en esas pantallas que transformaban la realidad en algo más luminoso
y atrayente.
Fue así como noté, y comprobé,
por cierto, que aunque en el comienzo de esta crónica dije que Mario Llergo no
había cambiado de lentes, en realidad sí lo había hecho, pues aunque usted no
lo crea, el hoy titular de la secretaría de Bienestar intentado estar un poco
más a la moda, y siendo lo que hoy es, de manera picaresca, adquirió unas gafas
más exóticas, por lo menos no a como nos tiene acostumbrados un político como
él, que tiende a la sencillez y a pasar desapercibido. Por ello esos lentes con
las varillas y las terminales gruesas y en color negro, además de ser algo
inusual en él, es un toque extravagante, es un giro a la provocación, a una nueva
vida, a un nuevo porvenir, al que empieza a aspirar el propio Llergo; antes
prefería los armazones más delgado, más finos, y pocos visibles, incluso tanto
varilla, como terminales pasaban desapercibidas, ahora es notorio que busca
todo lo contrario. Como que se volvió más fashion.
Fue a la una, quizá a las dos que
acabó la comparecencia, y Mario Llergo volvió a pasar por el trajín de los
saludos, de los abrazos, de los besos, de las palmadas en el espinazo, sólo que
esta vez tres o quizá cuatro cristianos le llamaron “mi candidato”, y le
manifestaron en su mayoría estar con él para lo que pudiera venir, su rostro
era imperceptible entre el amontonamiento de cuerpos, aquello parecía más bien
un destape, un posible suceso anticipado de algo que está en ciernes, y que puede darse. Pues la vida y sus giros aveces disponen otra cosa.
En ese sentido, el personaje principal de esta crónica lo sabe, y lo ha comprobado en carne viva, pues quién iba, tan siquiera, a
pensar, o soñar, que el Mario de estos días llegaría a tanto, si en el 2015
Llergo Latournerie era visto con desdén,
si en el 2015 acercase a él era un acto de traición, sobre todo para los
perredistas. En esos tiempos Mario era el apestoso, el loco, era una persona
tóxica para los intereses del gobernador, en aquel entonces, Arturo Núñez
Jiménez. Tanto así que aun siendo el suplente de José del Pilar Córdova
Hernández quien dejó la curul en Tabasco para asumir en San Lázaro la
diputación federal, le negaron al hoy titular de la Secretaría de Bienestar
ocupar dicha diputación local, los argumentos que daba la bancada perredista de
aquella época, era que no podía asumir el cargo como legislador, por el hecho
de que Llergo había renunciado a su militancia partidista, cuando eso no era impedimento
alguno para evitar que rindiera la protesta de ley.
¿Qué hizo Mario que provocó la
ira de los dioses del Olimpo izquierdista de aquel entonces? Casi nada, expuso
y con hechos rotundos señaló el tráfico de influencias, la corrupción, el desvió
de recursos, entre otras cosas, por parte del defectuoso gobierno perredista,
que salió mal y de malas en Tabasco.
Pero mirenlo ahora, hablando de lo que se hizo y lo que viene para Tabasco desde la secretaría que ostenta. Estas señoras y señores, son las vueltas que suele dar la política,
a veces se está abajo, a veces arriba, pienso en voz alta, al instante que me estiro, abro y cierro los ojos, y el
estómago me gruñe encabronado. Mientras con dificultad Mario Llergo llega a las
afueras del Congreso del Estado seguido por infinidad de reporteros,
de gente que entorpecen hasta el respirar. Y sale triunfante entre el remolino de cristianos, se le nota
relajado, consciente que le ha hecho justicia la revolución de la vida. A su
lado Manuel Sebastián Graniel Burelo, esta alma de Dios también tiene su historia, y aunque igual lo busca la gente para saludarlo y tomarse fotos, pareciera el más feliz, disfruta el momento como nunca. Les acompaña el Doctor Gary Leonardo Arjona, se nota motivado, satisfecho por estar haciendo lo que deben estar haciendo, y
comprometido con lo que venga y como venga. Qué puede nublar tan espectacular momento.
Quizá sólo el saber que la carestía, la falta de
oportunidades, las víctimas de los errores del pasado, el continuismo de ese
nuñismo perverso, siguen estando ahí, muy a pesar de que supuestamente con Morena
ganó Tabasco y los tabasqueños. Muy a pesar de que Mario Llergo no patentizó en su discurso, quizá porque así se lo pidieron, el desvió de recursos de la pasada administración, en especifico en SEDESOL, esos silencios, esas preguntas que nadie le hizo, a lo mejor pueden hacer la diferencia de un gobierno cómplice a uno igual o peor al del pasado gobierno.
Por lo pronto, esperemos el año que viene los políticos a quienes la vida y la política les han hecho justicia, hagan lo propio con el pueblo. Pues es lo que al final importa.
Fue así como Mario siguió su camino, y dejó el escenario, ese, en el cual una vez le hicieron de menos, ese en el que le intentaron, incluso, doblegar y ahora le hacen hasta reverencia, y le tiran bendiciones, besos y guiños. Así las cosas en esta comparecencia que asemejó más bien un destape. Seguiremos informando.
Por lo pronto, esperemos el año que viene los políticos a quienes la vida y la política les han hecho justicia, hagan lo propio con el pueblo. Pues es lo que al final importa.
Fue así como Mario siguió su camino, y dejó el escenario, ese, en el cual una vez le hicieron de menos, ese en el que le intentaron, incluso, doblegar y ahora le hacen hasta reverencia, y le tiran bendiciones, besos y guiños. Así las cosas en esta comparecencia que asemejó más bien un destape. Seguiremos informando.