¡Hay tiro, Hay tiro... en la casa del boxeo!
Ya zarandeó al gobierno del cambio verdadero, metió
estocadas a la nueva clase política morenista que de nueva no tiene nada y
luego de acalambrar al pobre Gaudiano Rovirosa por no clorar el agua de
Villahermosa, revira su espada en contra de Gina Trujillo, quien asegura, está
reconstruyendo cual albañil desde sus cimientos al PRI.
El personaje del que hablo es ni más ni menos que el
diputado Nicolás Bellizia Aboaf, ese que sin tener antenitas de vinil como el Chapulin Colorado, detecta la presencia del
enemigo e incluso le queda muy bien aquella frase demoledora y pintoresca de, no contaban con mi astucia. Nicolás, ha
sido la piedrita en el zapato de muchos y muchas, indescifrable, pero coherente
en su cita con la polémica, demoledor y demasiado oportuno a la hora de la
verdad, un llanero solitario que cabalga a galope tendido en la llanura del
shishero priista.
Ese ha sido en últimas fechas Bellizia Aboaf, un
ciudadano libre, que como priista identifica de manera clara, que el partido
por principio debe asumir una postura crítica y objetiva al exterior y ni dudar
también al interior, máxime en estos días donde nadie es profeta, ni iluminado,
ni dueño de un PRI que se cae a pedazos.
Por ello, más allá de Nicolás, para los
priistas que quedan en el PRI y no es pleonasmo, pues hay priistas que están en morena,
pero dicen pertenecer al Revolucionario Institucional,
cada arremetida de Gina Trujillo prende los focos rojos en este partido y también
en la militancia.
Lo canijo está en que Georgina Trujillo cree, que su
derrota le otorga una distinción, cuando no es así, menos en estos días y peor
cuando dejó cabos sueltos, es más hablemos claro, Trujillo Zentella corrió a muchos
priistas de este partido, no tuvo el tacto que ameritaba la militancia de estos
benditos tiempos, y súmele además, que ella se identificó desde un inicio con
esa corriente de fifís que mantuvieron y mantienen, débilmente amarrado de pies
y manos a este instituto político.
Pero no cavilemos más de la cuenta, sin tanto rodeo, resulta que el pasado ocho de
diciembre Georgina Trujillo Zentella se reunió con priistas de su estirpe,
según con el pretexto de estar haciendo algo por el PRI. Por lo cual Lorena
Bouregard, quien con el pasar de los días se ha convertido en intimisimisima de
Gina Trujillo, subió la foto de su mini reunión y tuiteó a pie de la gráfica: Enriquecedora convivencia entre compañeros
de partido, quienes tenemos coincidencia y puntos de encuentro que nos unen en
el deseo impostergable de trabajar por
Tabasco como cada uno de nosotros sabe
hacerlo…
Todo iba viento en popa, cuando se apareció como
chamuco el diputado Nicolás Bellizia, quien con
cierta parsimonia señalo en un tuitazo cargado de dinamita lo siguiente:
Convivencia a la cual no habían sido
invitadas algunas personas. Y como siempre haciendo política a la antigua
quieren aparentar ser líderes de lo que no son, la ciudadanía está cansada de
simulación y protagonismo. Afirmó con sutileza Nicolás Bellizia Aboaf.
Entonces, salió al quite doña Gina Trujillo y
sentenció: Lamento tu comentario Nicolás
Bellizia. Hoy es momento de buscar coincidencias. Tenemos todos que hacer un esfuerzo por fortalecer
al PRI. Con los amigos y los no tanto, incluso con los adversarios de antaño,
Tabasco nos necesita juntos. Apuntó
Gina con el tuit buena onda.
Sin embargo, Nico fue tajante y se despojó de galimatías
y fue al blanco y escribió: Yo lamento
que se hagan las cosas siempre incumpliendo compromisos como si fueran los viejos
tiempos. Precisamente porque se requiere de todos, se necesita hacer las cosas
de manera diferente no a la vieja usanz.Hay que restaurar la confianza que se perdió.
Y automáticamente
amigos y amigas se hizo el silencio, así las cosas en el PRI, así se las gasta
Gina, pero así también le revira
tremendos derechazos ese Nicolás, que
sabe que su autonomía priista depende en mucho de ese partido del cual otros
han agarrado de finca y también de empresa. Sin embargo, dicen, a mí no me la crean porque no me gusta el
chisme, ya anda Gina buscando un peso paja del tamaño de Nico para que le entre
al quite a este gallo crestón que canta valiente en el corral, es más aseguran
que le traerán uno que cacaraquea y no le hace mucho al "Pancho".
Veremos dice un ciego y lo llevaban jalando. Seguiremos
informando, aunque no sé si voy bien o me regreso.