SE VA CRUCITA DEL PRI...

“El día de mañana acudiré al PRI Estatal a presentar mi RENUNCIA como seccional y a mi militancia de 27 años en el tricolor.” Crucita Torres,
Lo leí a las 17:00 horas, antes de salir a correr, antes de grabar el video de Jesús Alí, que creo subiré en la madrugada, y me he quedado cavilando en las escalinatas a mi humilde departamento.

Hace poco, que más bien mucho, se había ido del PRI, un ramo exuberante de flores no marchitas, sino radiantes, hablo de: doña Nelly Jiménez, Clériga, digo Clerida, y como un eco que se pierde entre la espesura de los ramales, mi maestra Flor Barradas. Esta última, fue un trago amargo que todavía hoy duele, pues fue víctima del machismo que algunas féminas tienen como cultura en este partido y en otros, y conste que dije algunas, no todas.

Sin embargo, luego de saber de qué Jesús Alí se iba, apresuré mi arsenal de palabras, y me dispuse a terminar un análisis que no he logrado finalizar, pues me pareció de caballeros, cederle el pódium en este lapsus de incredulidad, a Crucita, la aguerrida Crucita Torres, la priista, la mujer que lo dio todo, y que procuró tejer excelentes amistades, sonriente, dicharachera, animosa, demasiado congruente. Una dama que en este resquebrajamiento que sigue sufriendo el PRI, siempre dio la cara, una soldadera como muchas que hay en el Revolucionario Institucional, que siguen sueltas, desperdigadas y soslayadas.

En el PRI de hoy, se han acumulado los achaques, se han acumulado las ambiciones, y visto está, los jerarcas, los que mandan y maman de este partido, se encuentran preocupados por sus posiciones entorno a la dirigencia estatal, entorno a sus aspiraciones de grupo, y se olvidan, por no ver redituable, a la verdadera militancia, esa que con migajas, que con el engaño de la lealtad y de las convicciones, les mantienen esperanzados en que algún día, algún día, algún día, la lluvia empezará del suelo hacia arriba.

Triste escenario se vislumbra para el 2018 en este partido, que tiene en sus manos un escenario de mucha responsabilidad, que va más allá de sus siglas, de sus amarres, más allá de los fantasmas de gobernar toda la vida el estado, y aún no se dan por enterados, y si ya lo saben, les es imposible enderezar el navío.

No son tiempos de divisiones, no son tiempos de confrontaciones internas, son tiempos de cerrar filas, y de que aquellos que toda la vida han vivido de este partido, le apuesten a ganar, le inviertan a lo que todavía hoy sigue siendo su mejor empresa y me atrevo a decir, su porvenir. Señalo con total desgano, a algunos amos y señores del PRI, Madrazo, Mayans, Andrade, Gina, Cuco, y demás seres que parecen inmortales.

Por lo pronto mañana, Crucita va a Villahermosa, a poner su renuncia, a decirle adiós a ese gran amor, tan tormentoso, tan frío, tan distante, tan ciego. Nada se le interpondrá en el camino, quizá solo sentimientos encontrados, y algún pensamiento suelto, de algún buen intencionado priista, de esos masoquistas, que dicen sudar la camisa, mientras en su casa la familia escasea de todo, llegará a sus oídos, pero está demás, nada, al parecer impedirá lo que ya está resuelto por ella misma.

¿Qué dirá Victoria? Esa es otra gran interrogante, ¿qué pensará la militancia de Paraíso? Qué puede importar ahora, si ya Crucita puso su pie en el estribo y se empieza a difuminar con el horizonte, ese que más de uno quiere conquistar, y que por lo menos en el PRI de estos días, es por demás imposible.


Adiós crucita, adiós, espero Chucho no haya sido el culpable de tu determinación, y que tu salida, así como tu llegada a algunas siglas inhóspitas o no, sean del tamaño de tus sueños, y de lo que realmente mereces. Una menos, ¿quién sigue ahora?...  

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