Chebo y Carlos Mario
Román Jiménez García
Son pendientes, que uno como
amante de esta hermosa profesión del periodismo tiene, a cada momento nos pasa
por la mente, la nota, el suceso, el acontecimiento, el hecho noticioso, pues a
veces, sino es que a diario, somos rehenes de la información y nos acecha, nos
mantiene en insomnio, intranquilos, hasta que por fin podemos exorcizar el
pensamiento, al momento de escribir. Pero mientras no se plasma en papel, en automático
nuestro sistema mental, saca a relucir lo
que a veces tratamos de soslayar para no meternos en problemas, o por simples
intereses contraídos, en donde incluimos la amistad.
Y es lo que a este humilde
campesino, le pasa de manera continua, máxime ahora, que me las quiero dar de
galán de TV (pues por el afán de mejorar tenemos un programa de TV llamado Sin
Apariencias) el tiempo para escribir se me acorta, y es como dejar de vivir,
como dejar de ser uno mismo.
Por eso luego de pensar y
repensar, lo que ocurrió entre el ingeniero Eusebio Izquierdo Córdova, y el
actual rector del Tec. De Comalcalco, Carlos Mario Olán, decidí no meterme en
camisa de once varas y soslayar lo sucedido, hacerme de la vista gorda,
mantenerme neutral, pero la verdad, es más grande mi impulso, o convulsiones de
meterme en donde no me llaman, y pues heme aquí. Pudo más la tentación, máxime
que no está usted para saberlo, ni yo para contárselo, pero estaba yo en este
preciso momento avivando el fuego para comer unas mojarritas que
afortunadamente uno de esos grandes amigos tiene de más.
Pero la comida puede esperar… ¡¡hay
otros fuego que se tienen que avivar!!…
(En ayuno agarramos más coraje) De
tal manera…
Luego de enterarme de diferentes maneras,
entre amigos, colegas y anexos, de la verdad, el chisme y los rumores de lo que
aconteció en el Tec., entre los dos amigos, bautizados ya en el mundo de la información
no oficialista como "Niurka Marcos y Juan Osorio", o “Dos tipos de cuidado”, podemos decir sin temor a
equivocarnos, que vemos a un Eusebio adolorido, ofendido, mancillado,
traicionado y vemos a un Carlos Mario carente de autoridad y otros males.
Ha sido un proceder deslucido de liderazgo
el de Carlos Mario Olán, pero no solo en este suceso, ya se venía tambaleando
desde hace tiempo atrás, desde que se institucionalizó, desde que empezó a
convertirse más en una persona politiquera, que rectora.
Y es que la polaca, es un arma de
doble filo, que no cualquiera logra manejar a la perfección, máxime cuando se
tiene poder, cuando se consiguen las canonjías, cuando se está en la corriente adecuada,
entonces la persona, el líder, el político más se enquista en el sistema, más
perro se vuelve, más cabrón, más peligroso, más aparenta, más desconfiando,
porque su temor de perderlo todo es la fobia que lo perturba.
Cabe hacer mención queridos
lectores, que no hozo verme como el erudito en estos temas cochambrosos que a veces ni yo mismo comprendo,
pero que acostumbrado sí a estar cual rémora con esos grandes camajanes,
tiburones de agua dulce y salada, ballenas que demuelen todo a su paso, he podido sacar simples conclusiones al fragor
de la batalla por la supervivencia, en esta simbiosis que solemos hacer como
reporteros o periodistas con los políticos de nuestro amado estado.
Por consiguiente Carlitos al
poner patitas en la calle a Chebito, su entrañable “amigo”, ha sido más que un show,
fue el precio que se tuvo que pagar para que el actual rector continuara siendo
el gran rector del Tec. De Comalcalco, en donde existía un grupo administrativo
que se entiende por “cambio” de gobernador, tenían que decir adiós, junto con
Carlos Mario, pero la negociación parece ser fue, yo me salvo, pero mi gente de
confianza se va.
Dentro de esa gente de confianza
estaba Chebo, pero lo que rompe posiblemente el poder de la amistad, es la
manera como hacen las cosas, y después el alboroto de ambos bandos en los
medios estatales, no se guardó prudencia, y en este choque de ballenas, quien
resultó perdiendo fue el mismo Carlitos, pues a nivel estatal quedó endeble, no
por la postura asumida por Eusebio de que era una víctima más de la persecución
política del actual sistema en contra los del PRI, sino porque no se vio
liderazgo, ni capacidad por parte de quien dirige los destinos del Tec. En Comalcalco.
Exhibió su miedo, delató su fragilidad,
y se vio desesperado, ante un Eusebio que sabe muchas cosas, que todavía
imagino por estrategia, no comenta, no dice, no informa, a detalle, insisto a
detalle. Pero lo que Carlos todavía no ve, es que la guillotina viene con todo,
y no va a tener absolutamente nadie quien meta las manos por él, y entonces sí
volveremos a ver que un amigo más regresa de esas alturas “encumbrosas” del
poder.
Pero esto no termina aquí, todavía por lo que se ve, estos
dos amigos míos, darán mucho de qué hablar, pues junto con este divorcio
existen igual promesas rotas, y ni uno, y ni otro, ambos quedaron mal, claro
está uno peor que otro, pero al fin ambos tropezados (que no derrotados).
Del otro lado, sus contrarios hoy hasta se
nalguean de felicidad, porque por fin está sucediendo lo que tanto habían
soñado en sus días de alucines, quizá hasta el toro llegó un momento que sintió
regocijo, pero igual este mamífero (el Toro) está confundido, se le percibe
así, en sus declaraciones, en sus charlas personales, pareciera que hasta
espuma por el hocico tira, pues el último en saber de los cambios que realiza
el gobernador en el Tec. De Comalcalco es él, el alcalde quien hasta el día de
hoy no se le ha tomado en cuenta en nada por parte de nosotros los del gobierno
estatal. Pero esa es otra historia, que se escribirá en tiempo y forma. Mientras tanto nos vemos que las mojarritas
me esperan… jijiji. Pero no sé si voy bien o me regreso.